El entretenimiento constante típico en la cultura romana, como los combates de gladiadores, permitían en cierto modo controlar al pueblo de Roma . Los juegos eran utilizados para dar una imagen positiva y triunfante a los emperadores, satisfaciendo y canalizando cualquier frustración que el pueblo pudiese tener contra el poder. También se busca el complacer a los Dioses siempre presentes en la civilización romana. En los anfiteatros representaban multitud de espectáculos públicos como obras de teatro, luchas entre gladiadores, ejecuciones de prisioneros o criminales, peleas de animales, recreación de batallas famosas...
En el año 64 Roma fue devastada por un gran incendio. En él se perdieron numerosos edificios de uso público entre ellos el gran anfiteatro situado en el Campo de Marte. Por ello era necesario uno nuevo y aprovechando zonas arrasadas por el fuego se planeo su edificación en el mismo centro de la ciudad.
La construcción del nuevo anfiteatro comenzó entre los años 70 y 72 d. C. bajo el mandato del emperador Vespasiano. Tras la muerte de este fue inaugurado por su hijo Tito en el 80 y se proclamó 100 días de celebración y juegos complaciendo el placer y espectáculo del pueblo. En honor a la Dinastía Flavia se denominó Amphitheatrum Flavium (Anfiteatro Flavio) y más tarde conocido comúnmente como Colosseum en referencia a la estatua del coloso de Nerón, que estaba muy próxima al anfiteatro.
La arena del Coliseo fue escena de actos de todo tipo durante casi 500 años. Después llegaron otros tiempos y a pesar de ello su sombra, aun hoy, es grande y alargada seduciendo a los miles de turistas que lo visitan cada día.
JC
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